Miyajima

Sobre Miyajima
Miyajima es una espectacular isla a la que se llega fácilmente en tren y ferry desde Hiroshima (aproximadamente una hora). Antiguamente, la propia isla se consideraba un dios de la religión japonesa del sintoísmo. Durante siglos, sólo albergó animales salvajes y en alguna ocasión fue lugar de retiro del gran maestro del budismo japonés Kukai quien construyó el templo Daisho-in y el salón Reikado en el Monte Misen. El lugar más visitado de la isla es el santuario de Itsukushima, de 800 años de antigüedad, y construido sobre el lecho marino para evitar que toque tierra sagrada.

Una de las vistas más impresionantes de Japón
Hoy en día, Miyajima es uno de los destinos turísticos más conocidos de Japón, a pesar de lo cual, aún conserva esa atmósfera única que la caracteriza. La isla es famosa por el espectacular santuario de Itsukushima, erigido en 1168, protegido por la UNESCO, y construido sobre pilares por encima del agua. El santuario está construido en madera y ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de los años. Frente al santuario, dentro del mar, está la Gran Puerta (torii) de 16 metros de altura, que le otorga al conjunto el título de una de las tres vistas más bellas de Japón.

Otros atractivos de Miyajima
Miyajima presume de contar con increíbles templos, santuarios y una interesante fauna. Dirígete a pie o en teleférico hasta la cima del Monte Misen, donde encontrarás la llama eterna que, según la leyenda, lleva ardiendo 1200 años potegida dentro del Salon Reikado. Disfruta también de las impresionantes vistas del Mar Interior de Seto. Hay varias rutas para subir el monte: una de ellas pasa por el colorido y grandioso templo Daisho-in. Otra de las rutas atraviesa el parque de Momiji, del que se dice que tiene los colores otoñales más bellos de todo el oeste de Japón. En la calle comercial de la isla puedes comer fantásticamente y comprar preciosa artesanía en madera famosa en toda la zona.

NOTA: En la isla abundan los ciervos shika salvajes, considerados mensajeros de los dioses. Se lo comen todo, incluido el papel, así que ¡cuida bien el dinero y los billetes!