Japón y Maldivas: Clásicos de Japón y extensión a Maldivas

Saldrás en avión desde Europa hasta Osaka con noche a bordo, así que prepárate para empezar tu viaje soñado

Llegarás al aeropuerto de Osaka Kansai, desde donde sale el autobús o taxi compartido que te llevará hasta tu hotel en Kioto. Si tienes tiempo y energía, visita el distrito Gion y aprovecha para cenar en uno de sus pintorescas izakayas y restaurantes. Te sugerimos contratar una guía de habla hispana para una experiencia más enriquecedora.

Este día te recomendamos visitar el famoso templo Kinkaku-ji (Pabellón Dorado) y el antiguo castillo samurai de Nijo. Después del almuerzo, continúa tu recorrido en un tren local hasta la estación de Arashiyama y disfruta de un paseo hasta el puente Togetsukyo (sobre el río Katsura) desde donde puedes disfrutar de las impresionantes vistas de las colinas de Arashiyama. Más tarde, recorre a pie las calles de Arashiyama hasta llegar a otro punto de interés: el evocador bosque de bambú de Sagano.

Disfruta con tranquilidad de un paseo por el bosque y sus preciosas vistas. No te pierdas la visita al al templo Tenryu-ji y sus impresionantes jardines; y Daikaku-ji, con su precioso estanque Ozawa. Por la tarde regresa a Kioto en autobús o en tren.

Esta mañana te recomendamos visitar el distrito de Higashiyama (colinas orientales) y pasar parte del día recorriendo esta maravillosa y fascinante zona de Kioto.

Empieza por el templo Kiyomizu-dera, uno de los templos budistas más visitados de Kioto, que data del siglo XVII, y que ofrece unas impresionantes vistas de la ciudad.

Después, continúa hasta el Parque Maruyama, un evocador parque en el centro del barrio de Higashiyama, donde se encuentra el famoso santuario Yasaka. Desde el Parque Maruyama dirígete hacia el norte de Kioto hasta el templo Ginkaku-ji.

El templo Ginkaku-ji (Pabellón plateado) alberga uno de los jardines paisajísticos más fascinantes de Japón. También es el punto de partida del Paseo del Filósofo, un sendero que te conducirá hasta el elegante templo Nanzen-ji.

Llegó el momento de despedirse de la antigua ciudad de Kioto y embarcarte en el tren bala que te acercará hasta el Parque Nacional de Hakone y Monte Fuji. El parque es un exquisito refugio termal y cuenta con muchos lugares de interés a los que puedes acceder con el Hakone Free Pass, ya que incluye la mayoría de los autobuses, trenes, funiculares y barcos del parque.

Así que relájate y disfruta de las vistas de los valles que ofrece el tren de montaña. Disfruta de un relajante paseo en barco por el lago Ashi y de un viaje en teleférico hasta el volcán Owakudani, aún activo. Todo ello con el Monte Fuji, de 3.776 metros de altura, alzándose orgulloso en el horizonte.

Esta noche la pasarás en un ryokan —alojamiento de estilo japonés tradicional— ubicado en el corazón del parque nacional. Recupera fuerzas en sus baños termales y después disfruta de una deliciosa cena tradicional incluida en la estancia.

Tras el desayuno, es hora de tomar el autobús o el taxi hasta la estación de Odawara (30-50 minutos) y subir al shinkansen (tren bala) con destino a Tokio.

Te recomendamos hacer un almuerzo rápido de menú en cualquiera de los restaurantes de la ciudad para después dirigirte al observatorio del Edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio y disfrutar de las impresionantes vistas de la ciudad. Termina el día con una cena y unas copas en una típica izakaya (taberna japonesa).

Este día puedes dedicarlo a descubrir los encantos de Tokio. Sugerimos una visita a Harajuku, un concurrido barrio juvenil situado junto al tranquilo santuario sintoísta Meiji Jingu y el parque Yoyogi.

En la vecina Shibuya, podrás pasear por sus vibrantes callejuelas, visitar el Observatorio del Shibuya Sky  y disfrutar de una cena en un restaurante de sushi kaiten (giratorio).

Empieza el día pronto y acércate al mercado exterior de Tsukiji, donde puedes tomar un delicioso sushi de desayuno.

Si te gusta el anime y el manga, Akihabara es tu siguiente destino. Además podrás comprar productos electrónicos baratos, visitar un maid-café y experimentar la cultura friki tokyota en todo su esplendor.

No te pierdas uno de los barrios clásicos más antiguos de Tokio, Asakusa, donde podrás visitar el impresionante templo Senso-ji, un lugar de visita obligada. Para llegar al templo tendrás que pasar por la pequeña calle Nakamise donde encontrarás muchas tiendecitas adorables con una gran variedad de souvenirs.

Para finalizar este día, te sugerimos caminar o coger el metro hasta la Tokyo Skytree, una torre de televisión de 634 metros de altura, y el edificio más alto de la ciudad.

No pierdas la oportunidad de hacer una visita a Nikko. Embarca en el tren hasta la estación de Nikko, en la prefectura de Tochigi, a solo 150 kilómetros al norte de Tokio.

En Nikko se encuentra el santuario Toshogu, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y que fue construido como mausoleo del shogun Tokugawa Ieyasu, el gran líder militar (y unificador del país) a principios del siglo XVII. Cerca de Nikko, también encontrarás el pintoresco lago Chuzenji y, junto a él, la cascada de Kegon.

De regreso a Tokio, te recomendamos acercarte al complejo de Roppongi Hills para disfrutar de una excelente cena de despedida en alguno de los restaurantes de estilo occidental o japonés de la zona. Además, puedes contemplar las espectaculares vistas nocturnas de la ciudad desde la plataforma de observación de Roppongi Hills.

Ha llegado el momento de dejar el ajetreo de Tokio. Saldrás en autobús del aeropuerto o en taxi compartido al aeropuerto internacional de Tokio, desde donde embarcarás en un vuelo internacional a la ciudad de Male. A tu llegada a Male, te reciben los asistentes del hotel que te acompañarán hasta el punto de salida de tu traslado en lancha rápida o hidroavión.

Olvídate del tiempo y vive unos días sin preocupaciones dedicados a ti y a tu bienestar: islas privadas, fondos marinos y arrecifes increíbles. Deléitate con comida de primera calidad y los mejores tratamientos.

Y por supuesto aprovecha para disfrutar de los famosos atardeceres de Maldivas.

Disfruta de las paradisíacas playas, descansa en sus arenas coralinas y báñate en las cristalinas aguas del mar. También te recomendamos aprovechar la oportunidad para practicar deportes acuáticos. El hotel te ofrecerá todo el equipo necesario para la práctica de snorkel y otras actividades.

Pierde la noción del tiempo y disfruta estos días sin preocupaciones, dedicándote a tu bienestar: descansa en islas inhabitadas, maravíllate con los impresionantes suelos marinos y los coloridos arrecifes. Date un capricho disfrutando de la deliciosa gastronomía y relájate con alguno de los variados tratamientos corporales wellness que ofrece el hotel.

No te pierdas la famosa puesta de sol de Maldivas, considerada la más bella del mundo. Desde el balcón de tu habitación o navegando en un barco mientras tomas un cóctel, es un espectáculo que jamás olvidarás. 

Es tu último día en Maldivas, así que hazlo memorable. Si quieres algo más que la playa, ¿por qué no participar en alguna de las actividades que ofrece el hotel, como aprender la técnica de pesca maldiva, hacer paddle boarding o visitar algunas de las cercanas islas desiertas del archipiélago?

Llegó el momento de partir. Te informarán la hora de tu traslado un día antes de la salida. Embarca en la lancha rápida o hidroavión para volver al aeropuerto de Malé y embarcar en el vuelo de regreso.