Shinkansen: la historia detrás del famoso tren bala japonés - Japanspecialist

Shinkansen: la historia detrás del famoso tren bala japonés

21 abr 2023

Desde que, en 1964 se inaugurara la primera línea Tōkaidō Shinkansen, el tren de alta velocidad nipona, con sus cada vez más aerodinámicos diseños y una velocidad que hoy alcanza los 320 km/h, se ha convertido en uno de los iconos del País del Sol Naciente, no solo por sus logros tecnológicos, sino también por ser un referente de puntualidad y calidad de servicio y uno de los medios más veloces, seguros y prácticos de explorar Japón gracias a su extenso trazado.

Historia del Shinkansen

Para rastrear los inicios de la red ferroviaria japonesa de alta velocidad hay que remontarse a los años treinta del pasado siglo, cuando el Japón imperialista soñaba con conectar sus territorios insulares con los continentales. Fue entonces cuando se acuñó el término de «tren bala», que todavía hoy perdura. El ambicioso proyecto, sin embargo, quedaría truncado por la Segunda Guerra Mundial. Con los años, y retomado el plan de alta velocidad ferroviaria tras la contienda, tomaría fuerza el término Shinkansen, literalmente «Nueva Línea Troncal» (新幹線), más afín con el sentido del proyecto, por cuanto conecta con la idea del trazado ferroviario, mientras que para los trenes propiamente dichos se reserva el nombre de súper expresos.

Por otro lado, parte indiscutible del éxito de la alta velocidad nipona se debe a dos de los padres del proyecto: Hideo Shima, ingeniero jefe, y Shinji Sogō, primer presidente de Japan National Railways (JNR), que, frente a la vía estrecha imperante por entonces en Japón, apostaron por una anchura de vía estándar o internacional (1435 mm), que permitiría soportar las altas velocidades que se proyectaban. Con todo, todavía hoy perduran tramos del Shinkansen en donde se mantiene un ancho de vía estrecho (1067 mm) debido a las peculiaridades del terreno, lo que ha dado lugar al denominado mini-Shinkansen, con una velocidad máxima de 130 km/h.

El trazado

Como se apuntaba líneas arriba, la red del Shinkansen recorre gran parte de la geografía de Japón, con varias líneas que conectan las principales ciudades e incluyen diversas categorías de trenes, según el número de paradas efectuadas:

– La Tōkaidō Shinkansen fue la primera línea que se puso en funcionamiento, siguiendo una ruta de tradición centenaria. Es la más utilizada en la actualidad y une Tokyo con Osaka, pasando por las grandes metrópolis de Yokohama, Nagoya y Kioto. Por ella circulan varios tipos de trenes, incluido el Nozomi, el más veloz.

– La Sanyō Shinkansen conecta Osaka con Fukuoka, pasando, entre otras ciudades, por Kobe, Himeji, Okayama y Hiroshima. Entre las varias categorías de trenes que cubren esta línea también se cuentan el Nozomi y el Mizuho.

– La línea Tōhoku Shinkansen enlaza Tokyo con Aomori y se bifurca en dos ramales secundarios: Akita y Yamagata, ambas de mini-Shinkansen, con una velocidad máxima de 130 km/h.

– La Jōetsu Shinkansen conecta Tokyo con Niigata. Por esta línea circulan los trenes Toki y Tanigawa, que, cuando tienen dos alturas, reciben el nombre de Max-Toki y Max-Tanigawa, respectivamente.

– La línea Kyūshū Shinkansen atraviesa la isla que le da nombre en sentido longitudinal, con conexión entre las ciudades de Fukuoka y Kagoshima.

– La línea Hokkaidō Shinkansen parte de Aomori, en el norte de Honshū, isla principal del archipiélago japonés, y se adentra en el túnel Seikan con destino Hakodate, en la isla de Hokkaidō. Una prolongación de esta línea está prevista para que en 2030 llegue hasta la capital insular, Sapporo.

– La Hokuriku Shinkansen es, en realidad, una prolongación de la línea original Nagano Shinkansen, inaugurada para los Juegos Olímpicos de Invierno de esta ciudad en 1997. Actualmente, su trazado enlaza Tokyo con Kanazawa.

Los nombres de los trenes

Los distintos servicios de trenes del Shinkansen, clasificados en función del número de paradas que realizan, fueron bautizados con nombres emblemáticos que principalmente hacen alusión a la velocidad y al espíritu que anima este tendido ferroviario.

Así, en las líneas Tōkaidō y Sanyō, el Nozomi, el de mayor rapidez, significa «esperanza» o «deseo»; el Hikari, el segundo en velocidad, significa «luz», mientras que Kodama es «eco». Por otra parte, encontramos nombres tan evocadores como Hayabusa («halcón peregrino»), Hayate («vendaval»), Tsubame («golondrina»), Hakutaka («halcón blanco»), Yamabiko («dios de la montaña» y «eco») o Tsubasa («ala»). Otros apelativos aluden a elementos orográficos característicos de la zona por donde transcurren los trenes, como, por ejemplo, Nasuno, Asama o Tsurugi. Finalmente, otros nombres responden a factores más culturales, como Sakura («cerezo en flor»), Mizuho (relativo al antiguo nombre de Japón como Tierra de Abundante Arroz) o Komachi, en alusión a la poetisa Ono no Komachi.

El Japan Rail Pass

Si estáis planeando vuestro viaje a Japón, una herramienta más que útil para recorrer el país es el Japan Rail Pass (JR Pass), que os permitirá tomar cuantos trenes de alta velocidad queráis durante el período de vigencia del pase. El precio del JR Pass oscila en función de las líneas o trayectos, su duración y la clase seleccionada, pero, en cualquier caso, supone un ahorro considerable, en comparación con el precio que supondría la adquisición de los billetes de manera individual. Solo dos excepciones: los trenes Nozomi y Mizuho, que no están incluidos en el JR Pass. Japanspecialist es agencia autorizada para vender el Japan Rail Pass fuera de Japón. Haz clic aquí para comprar tu Japan Rail Pass.

El maglev

El acrónimo corresponde a la nueva generación de trenes de alta velocidad, propulsados por levitación magnética. El maglev japonés comenzó su andadura en la década de los años setenta del pasado siglo y culminará con la inauguración de la línea Chūō Shinkansen, que está previsto que conecte Shinagawa (Tokyo) y Nagoya en 2027, trayecto que podrá recorrerse en tan solo 40 minutos, a una velocidad máxima de 505 km/h. La prolongación de la línea hasta Osaka se prevé para 2045, lo que permitirá completar el trayecto desde la capital del país en 67 minutos.

Con todo, el proyecto no está exento de controversia por el coste medioambiental y económico, ya que cerca del 90 % de la línea transcurrirá por túneles bajo tierra. Ello no es óbice para que nos dejemos maravillar por la elegancia de líneas aerodinámicas y por las velocidades de vértigo que obtienen los prototipos —en constante proceso de mejora—, que han alcanzado los 603 km/h. ¡El futuro ha llegado!

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