Las 5 mejores experiencias con animales de Japón - Japanspecialist
Las 5 mejores experiencias con animales de Japón
La singular relación de Japón con los animales y su hábitat
Los animales, sobre todo los salvajes, y sus relaciones con las personas evocan una alegre melodía en los corazones de la mayor parte de la gente. Incluso los más peligrosos se muestran como tiernas y adorables mascotas que a veces representan una ciudad, una marca o incluso se usan para promover nuevas leyes. Entonces, ¿a qué viene tanta fascinación?
El respeto es el dominador común en la relación de Japón con la naturaleza. Y es ese mismo respeto el que tienen por los animales que han elegido su hábitat y no desean irse. Incluso con la expansión humana se ha creado un tipo de codependencia altamente interesante en muchas partes del país. El privilegio de mezclarse con animales, a veces realmente únicos, en espacios abiertos puede hacer que tu tarde pase de lo ordinario a lo extraordinario, por lo que hemos seleccionado algunas de las experiencias más singulares y fascinantes en relación a los animales de Japón. ¿Estás preparado para vivirlas de primera mano?
5. Las ardillas de la ciudad de Gifu (Gifu)
Comenzamos nuestras recomendaciones en el monte Kinka, justo al lado del fascinante castillo de Gifu, en la ciudad del mismo nombre. Como si la vista desde este lugar no fuera lo suficientemente maravillosa, te damos más motivos para visitarlo. ¿Qué más puedes encontrar aquí?
Ardillas, o mejor dicho un pueblo entero de ellas. El Kinka Squirrel Village se encuentra a la salida del teleférico que se coge para ver el Castillo de Gifu. En él, las ardillas de Taiwán saltan a lo largo de un recinto amplio, boscoso y descubierto. Mientras juegan entre ellas y recorren los espacios recreados para las mismas, esperan a que los visitantes entren con un guante grueso lleno de comida triturada para ardillas.
Sin duda, una atracción muy popular para las familias: los visitantes les dan de comer mientras las ardillas corren y van de guante en guante buscando quién tiene más comida que ofrecerles. Por lo general, el número de visitantes está limitado para evitar saturar a los animales, pero siempre parecen tener hambre por lo que la espera nunca será demasiado larga. Es una experiencia muy interesante para sumar a tu recorrido por el castillo.
4. El ciervo de Itsukushima, Hiroshima y la ciudad de Nara (Nara)
Vamos con un doble encabezado. Si bien estos dos lugares son famosos por sus diversos puntos de importancia histórica, ambos ofrecen también oportunidades únicas para interactuar con ciervos salvajes. Aunque tienen algunas diferencias.
Ciervos de Itsukushima, Hiroshima
La isla de Itsukushima, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, (a veces denominada Miyajima) es encantadora por sí sola. Entre el siempre maravilloso Monte Misen y el Santuario de Itsukushima situado a nivel del mar con su puerta roja gigante reconocida en todo el mundo (a menudo llamada El Gran Torii), no es de extrañar que Itsukushima se encuentre siempre en los lugares más altos de las listas de imprescindibles de Japón de cualquier turista. La guinda del pastel es, sin duda, el hecho de que está plagada de ciervos sika salvajes.
El término "salvaje" encaja a la perfección en este caso. Al igual que en la ciudad de Nara, aquí los ciervos van y vienen a su antojo. Sin un lugar fijo, ni horarios; sin expectativas. Los encontrarás por toda la isla, desde el puerto hasta las playas, durmiendo la siesta al sol o deambulando con indiferencia por cualquier lado. Incluso los verás masticando un plano o folleto que habrán encontrado por casualidad (pero por favor, no dudes en quitárselo).
A diferencia del ciervo de Nara, el de Itsukushima es mucho menos agresivo. Normalmente pasean sin esperar que los turistas alarguen su mano para darles de comer, lo que los hace menos codiciosos que sus primos de Nara. Son un gran reclamo para el turismo de la isla y un espectáculo diferente para ver y experimentar en Japón.
Ciervos de la ciudad de Nara, Nara
Los ciervos de la ciudad de Nara, una ciudad que antaño fue capital del país, tienden a convertirse en los protagonistas de vídeos virales en todas las redes sociales. Famosos por inclinarse ante los turistas a cambio de galletas de ciervo (galletas saladas especiales que se venden en los carritos de la ciudad), incluso los ciervos jóvenes aprenden rápidamente cuál es la mejor forma de pedir un snack.
En Nara, hay un número aparentemente interminable de ellos. Incluso en los días abarrotados de turistas, podría decirse que hay ciervos para todos. Y como se muestra en Internet, son capaces de cruzar las calles por los pasos peatonales y esperar pacientemente las luces verdes correspondientes, como si de una persona se tratase. Son totalmente adorables, pero ten cuidado porque siempre están hambrientos.
Estos ciervos, además de adornar los templos de la ciudad, pueden llegar a ser… persistentes. Se muestran impacientes mientras esperan las galletas saladas y siempre quieren más. Por ello, en ocasiones muerden la ropa y las bolsas de los turistas si no reciben la cantidad y la atención que quieren. Es posible que incluso te den un pequeño empujón. Sí, ¡son muy groseros!
En general, los ciervos de estos dos lugares te mantendrán tan entretenido como la propia historia local. Se han convertido en una parte importante de la cultura de la zona, así que, como siempre, recuerda tratarlos con respeto.
3. Los conejos de Okunoshima, Hiroshima
De vuelta en la prefectura de Hiroshima, nos adentramos en una de las muchas islas del mar interior de Seto. En concreto en una que está plagada de conejitos hambrientos.
Okunoshima, o la isla de los conejos, a la que se puede llegar en ferry desde la estación Tadano-Umi (tras un breve trayecto en JR desde Mihara), está cubierta por lo que, en teoría, es un experimento abandonado. Antaño fue escenario de desarrollo de gas venenoso durante la segunda guerra mundial. De hecho se cree que estas criaturas se pudieron criar a partir de los conejos originales, sujetos de prueba en instalaciones para desarrollo de armas. Aún así, nadie lo sabe con certeza. Lo que sí sabemos es que, de alguna manera, esta pequeña isla, que se recorre fácilmente a pie en solo un par de horas, está cubierta por grandes orejas y pies que parecen bolas de algodón.
Y tranquilo porque tendrás un avistamiento seguro. Por todas partes, los conejos se acercan constantemente a los turistas en busca de comida (que se puede comprar en el puerto principal). Te aconsejamos que compres más de lo que a priori puedes creer que necesitarás. Nadie quiere ser el que tenga que decir "lo siento, no tengo más" a esas caras tan adorables.
Te adelantamos que tendrás un dilema inicial: ¿debería llenarme de comida y prepararme para recibir una oleada de conejos hambrientos? Al 100%, sí. ¡Es tu día! Rodéate de estos pequeños animales y disfruta. No podemos pensar en una isla más bonita en todo el planeta y creemos que cuando la visites estarás de acuerdo.
2. Los monos de nieve de Yamanouchi, Nagano
Por supuesto, metemos a los monos de nieve en esta lista ¿Cómo podríamos excluirlos?
Los monos de nieve, o macacos japoneses, de Nagano han sido el centro de innumerables docuseries de viajes y naturaleza. Desde la creación de su propio onsen (baño de aguas termales) privado, los macacos han sido grabados y documentados observando que hay jerarquías de baño en grupos que hacen que sea un espectáculo digno de ver.
Originarios de las montañas de Yamanouchi, al noreste de la ciudad de Nagano, estos monos viven a mayor altura que cualquier otro primate del planeta. Sobreviven las duras condiciones invernales acurrucándose en los árboles por la noche y bañándose durante el día.
Debido a que estos monos se mezclaban con los lugareños y los turistas en una fuente termal cercana, se construyó un baño específicamente para el uso de macacos, creando una forma de vida completamente nueva y más íntima para esta especie.
La visita a Jigokudani Yaen Koen (parque de monos salvajes del Valle del Infierno), a veces llamado Parque de monos de nieve, no se parecerá a nada que hayas visto antes. Llegar a este entorno requiere un poco de caminata, aunque es un camino bastante fácil, hacia las montañas, además de que la experiencia de mezclarse con los monos en su hábitat es tan única como parece. Observar sus comportamientos dentro y fuera del baño es algo verdaderamente fascinante.
Aunque deambulan completamente libres y son salvajes, los macacos se han acostumbrado a ver a las personas. De manera ocasional, si se asustan pueden llegar a esconderse pero lo normal es que se mantengan tranquilos. Eso sí, no debes tocarlos aunque sentarte cerca no será un problema.
1. Las tortugas marinas de Hamamatsu, Shizuoka
Una de las experiencias más increíbles que puedes tener en Japón es, sorprendentemente, muy desconocida por la mayoría. Anualmente, de mayo a agosto, lugareños y turistas pueden inscribirse para participar en la puesta en libertad de crías de tortugas mordedoras, directamente desde su lugar de anidación.
Esto sucede todos los años en Hamamatsu, la ciudad más grande de la prefectura de Shizuoka, a tiro de piedra de Nagoya. Las magníficas dunas de arena de las playas de la ciudad son a menudo escogidas por las propias tortugas que se acercan hasta ellas. Después de un periodo de incubación, el Sanctuary Nature Center local ayuda a garantizar la supervivencia de las tortugas mordedoras liberándolas ellos mismos o, mejor dicho, tú mismo.
Por una tarifa muy pequeña, no dejes de asistir a una breve sesión informativa en la playa antes de tener en tus manos una pequeña tortuga y tener el placer de poder liberarla.
Es una de esas experiencias que te obligan a mirar hacia adentro. Un genuino esfuerzo de conservación con tu ayuda y cuya recompensa es poder ver de cerca una adorable tortuga y animarlas como un colegial mientras corren hacia la costa y se esfuerzan por llegar a la corriente. Experimentarás un compendio de emociones.
Te encontrarás removiendo la arena en busca de basura en tu camino de vuelta, un efecto secundario tras haber ayudado a preservar la delicada y hermosa especie de tortugas.
Si visitas Japón en la temporada adecuada para poder disfrutar de esta experiencia, no la dejes pasar.
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¿Eres un apasionado de los ciervos y los templos? ¡Echa un vistazo a nuestras excursiones de día completo o de medio día a Hiroshima y Nara!
¡Nos vemos por allí!