Lo mejor de Japón

¡Listos para viajar! Salida del vuelo que te llevará desde Europa hacia Tokyo (noche a bordo), así que prepárate para esta gran aventura.

Llegarás a Tokyo por la mañana y te trasladarás hasta tu hotel. Empieza el día con calma dando un paseo por los alrededores del hotel. Si aún tienes energía, puedes ir a Shibuya para conocer este animado barrio y probar algunos de los bares y restaurantes de la zona.

Empieza el día temprano para visitar el mercado exterior de Tsukiji. Prueba un riquísimo desayuno de sushi donburi (un cuenco de arroz aderezado con pescado fresco) en uno de sus pequeños restaurantes. 

A continuación te proponemos incluir una visita al jardín paisajístico Hamarikyu (a poca distancia de Tsukiji), desde donde puedes tomar el barco que recorre el río Sumida hacia el norte, hasta llegar a la zona de Asakusa. Es una bonita oportunidad para ver Tokyo desde un ángulo diferente. Volverás a pisar tierra firme en Asakusa, una de las zonas históricas más antiguas de Tokyo. Visita el impresionante templo Senso-ji, el más antiguo de la ciudad.
 

Ahora que ya tienes una idea de cómo es el Tokyo tradicional, te recomendamos ir al barrio de Harajuku, que marca tendencia en el mundo de la moda. Si te gusta el arte y el diseño, no dejes de visitar la Torre del Arte Mori en Roppongi (con una vista panorámica de 360 grados de Tokyo) o la exposición de arte digital teamLab Borderless en Odaiba. Al caer la noche, acércate a los bares ubicados en estrechos callejones donde podrás probar diferentes tipos de brochetas y aperitivos, además de refrescantes cervezas y sake.

Visita el jardín oriental del Palacio Imperial, incluso puedes recorrer los alrededores del parque en una bicicleta de alquiler. Después, puedes ir de compras hasta caer rendido en el distrito de Ginza o comprar productos electrónicos en Akihabara. 

Si quieres sacar aún más partido a tu viaje, te recomendamos incluir alguna de nuestras visitas y experiencias. Ofrecemos visitas de día completo y de medio día, así como excursiones, por ejemplo, al fastuoso santuario de Nikko o al Museo Ghibli, dedicado a Hayao Miyazaki y sus películas.
 

Es hora de decir adiós a Tokyo para viajar hacia el suroeste, a la península de Izu, donde se encuentra el Parque Nacional Izu-Kogen con su naturaleza casi virgen.

Elige para pasear alguna de sus numerosas y preciosas rutas, y disfruta de la tranquilidad.
Regresa a tu alojamiento tradicional (ryokan) para disfrutar de un relajante baño termal onsen. Podrás vestir un suave kimono de algodón y dejar que el sentido del gusto y la vista se deleiten con la deliciosa cocina tradicional japonesa, kaiseki, elaborada con ingredientes de temporada.
 

Si quieres, puedes añadir una noche extra en Izu-Kogen. Aléjate del tráfico y de la gente, disfruta de la deliciosa comida, báñate en las aguas termales y sal a pasear por la espectacular costa del Pacífico o la cima del extinto volcán monte Omuro para obtener una vista especial en el horizonte del icónico monte Fuji.

Desde Izu-Kogen, el viaje continúa hacia el sur, pasando cerca del emblemático monte Fuji, y a través de la ciudad de Nagoya hasta llegar a la histórica ciudad de Takayama.

Takayama es una remota ciudad de montaña, extraordinariamente bien conservada, a la que se le conoce como “la pequeña Kyoto”. Sus construcciones típicas de madera son increíblemente encantadoras y aquí puedes comprar artesanía, visitar destilerías centenarias de sake o dar un paseo en un antiguo rickshaw.
 

Para este día completo en Takayama (o Hida, como se llama originalmente la ciudad y la región), te sugerimos que tomes el autobús desde Takayama hasta el pueblo de Ogimachi, en la zona de Shirakawa-go.

Esta histórica aldea agrícola fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995 y es famosa por sus tradicionales granjas gassho-zukuri, algunas de las cuales tienen más de 250 años. Aunque parece un museo al aire libre, sigue siendo una comunidad rural muy viva y muchas de las casas todavía están habitadas por las familias originales. Después, toma el autobús de regreso a Takayama donde te sugerimos probar una deliciosa cena de ternera Hida.
 

Llegó el momento de dejar Takayama para dirigirte a Kanazawa. Aunque es una ciudad moderna, todavía se puede sentir su historia. Aquí encontrarás uno de los jardines paisajísticos más elegantes de Japón, el Kenroku-en, de casi 400 años de antigüedad, diseñado según los antiguos principios chinos de perfección.

También puedes pasear por el distrito samurai de Nagamachi o admirar los exclusivos cuencos de laca y cerámica en la calle Hirosaka, o explorar el templo ninja, que cuenta con pasillos ocultos y habitaciones secretas, ¡cómo cabría esperar de un templo ninja!
 

Comienza la mañana acercándote al Museo de Arte Contemporáneo del Siglo XXI (con una de las mejores colecciones de museos de arte moderno de Japón) y luego disfruta de un almuerzo ligero en el animado mercado de Omicho.

Por la tarde, visita la Villa Seisonkaku, una de las villas samurai más elegantes que quedan en Japón.
 

Continúa hacia el sureste hasta Hiroshima. Visita la Cúpula de la bomba atómica, la única ruina que se conserva, y el Museo de la Paz. Después, puedes pasear por el hermoso Parque de la Paz o recorrer la animada calle peatonal Hondori. 

Asegúrate de probar uno de los platos más deliciosos de la comida japonesa, el okonomiyaki: una especie de tortilla con fideos, col y cerdo rociado con una salsa especial.
 

Tómate un día entero para visitar la encantadora isla de Miyajima, con la emblemática gran puerta Torii de color bermellón que se alza sobre el agua. Se puede llegar fácilmente en 45 minutos, en tren y ferry.

Desde la antigüedad se considera a esta isla sagrada. De hecho hay muchos sitios sagrados dentro de la isla, incluyendo el templo Daisho-in, que el Dalai Lama ha visitado varias veces. Mientras estés aquí, asegúrate de probar las ostras frescas fritas y la anguila a la parrilla, un manjar típico y uno de los mejores aperitivos que encontrarás en tu viaje por Japón.
 

A continuación, es hora de salir hacia Kyoto en tren bala shinkansen. Con cuatro noches de estancia, contarás con tiempo suficiente para explorar la antigua capital del país. Aquí se hallan más de 1600 templos budistas y 270 santuarios sintoístas.

Después, pasa la tarde descubriendo los puntos principales del centro de Kyoto, como el majestuoso castillo Nijo, construido en 1603 como residencia local de Tokugawa Ieyasu, el primer shogun del periodo Edo (1603-1867). Pasa tu primera noche en Kyoto disfrutando del teatro en el antiguo barrio de las geishas, Gion.
 

Hoy es el primer día completo en la antigua capital imperial de Japón. Disfruta de una maravillosa vista de la ciudad desde el templo Kiyomizu-dera.

Siguiendo hacia el norte, llegarás al famoso Ginkaku-ji (Pabellón plateado), que alberga uno de los jardines paisajísticos más fascinantes de Japón. Este es también el punto de partida del Paseo de los Filósofos, un sendero a lo largo de un pequeño arroyo que te llevará al hermoso santuario Nanzen-ji.
 

Este día te proponemos visitar la primera capital de Japón: Nara. Empieza por el templo Todai-ji para ver el Buda de bronce más grande del mundo; de camino podrás conocer a los simpáticos ciervos del parque de Nara.

Continuando desde Nara, podrías visitar la parte central de la ciudad de Osaka por la tarde. Destacan la ajetreada zona de moda Amerikan-mura, la cercana galería comercial Shinsaibashi-suji y el animado bulevar Dotonbori, iluminado con neones, en la zona de Namba.
 

Este es tu último día en Japón. Pasa la mañana comprando en el mercado de Nishiki o en los grandes almacenes de la céntrica calle Kawaramachi.

Si quieres ver más, coge el tren en la estación de Kyoto y viaja hasta la estación de Arashiyama. Desde aquí, camina hacia el puente Togetsukyo (sobre el río Katsura) para disfrutar de una impresionante vista de las colinas de Arashiyama. Después, continúa a pie hasta el evocador bosque de bambú de Sagano.

Para esta última noche en Kyoto, te sugerimos disfrutar de una cena tradicional en uno de los restaurantes clásicos en Pontocho Dori, una famosa y estrecha calle llena de numerosos restaurantes con impresionantes terrazas de verano en las que comer junto al río.
 

Es hora de decir “sayonara” (adiós) o quizás “mata-ne” (hasta la vista) a Japón. Te recogerán en el hotel de Kyoto para llevarte hasta el aeropuerto de Osaka, desde donde saldrá tu vuelo de regreso a Europa.