Castillo Nijo: El castillo de los suelos de ruiseñor - Japanspecialist
Castillo Nijo: El castillo de los suelos de ruiseñor
Descubre los secretos del Castillo Nijo: Los "suelos de ruiseñor" y más
Algo similar debió pensar Ieyasu, el primer Shogun de la dinastía Tokugawa, cuando mandó construir uno de los castillos feudales más bonitos y más curiosos de Japón: el Castillo Nijo. Erigido durante la época Edo -a principios de 1600- y declarado Patrimonio de la Humanidad, por si sus impresionantes foso y murallas no fueran suficientes para disuadir al enemigo, el palacio Ninomaru (la residencia del shogun) escondía un as bajo la manga: los «suelos de ruiseñor». Éste era el sonido que, a modo de «aviso» y sin alertar al intruso, producían las pisadas de quien osase caminar por los largos corredores del palacio. Hoy en día es posible comprobar este maravilloso mecanismo de defensa que parece aumentar su efectividad cuanto más lentos son los pasos. Eso sí, antes es necesario descalzarse y entrar únicamente con las zapatillas que se proporcionan a la entrada, con el fin de evitar daños y preservar la estructura de madera y clavos intacta el mayor tiempo posible.
No sólo en este maravilloso secreto reside el encanto del Castillo Nijo y sus maravillosos jardines de estilo japonés, Ninomaru y Seiryu-en. Para acceder al mismo, es necesario atravesar su famosa puerta Kara-mon, que se erige imponente cual guardiana del palacio.
Recorre las dependencias del Castillo Nijo y adéntrate en el antiguo imperio feudal del Shogun
Una vez dentro, el recorrido por las dependencias del Castillo no deja indiferente a nadie. Los motivos que decoran las puertas correderas -típicas japonesas- y estancias sumergen al visitante el antiguo imperio feudal del Shogun. Cada habitación se encuentra pintada en función del uso que el señor le quería dar en aquel momento. De acuerdo con esta idea, unos fieros tigres recibían a las visitas más formales y/o a personas lejanas al entorno habitual del Shogun en dependencias situadas más al exterior del palacio; mientras que la elegancia de las grullas o los bellos paisajes de estilo zen que decoraban las habitaciones interiores invitaban a adentrarse en una atmósfera más relajada, acorde a quienes mantenían una relación más estrecha con el Shogun. En concreto, a las dependencias destinadas a la vida privada del Shogun sólo tenían acceso las mujeres. Eso sí, hoy en día no está permitido tomar fotografías del interior, con el fin de evitar dañar las pinturas, por lo que la mayor parte de la visita se realiza en una tenue penumbra.
Éste es tan sólo un ejemplo de uno de «imprescindibles» de Kyoto a la hora de hacer turismo y adentrarse un poquito más sobre la curiosa historia y cultura japonesas, fuertemente influenciada por la china. Ciudades como Kyoto, que fueron diseñadas en forma de cuadrícula y construidas de acuerdo a los principios del Feng Shui, orientadas hacia el sur y protegidas al Este, Oeste y Norte bajo el amparo de los dioses Seiryu (que vive donde hay ríos), Byakko (que se encuentra en grandes calles y avenidas) y Genbu (que mora oculto en las montañas), respectivamente.
El mejor lugar para respirar armonía y buenas energías. «Namu Amida Butsu».