Ginzan Onsen: la escapada soñada al invierno japonés - Japanspecialist
Ginzan Onsen: la escapada soñada al invierno japonés
Ginzan Onsen, una ciudad de ensueño en Japón
Nadie podía predecir el enorme éxito que tendría Ginzan Onsen cuando se fundó. Como indica su nombre en japonés, Ginzan Onsen era una mina de plata en el pasado, mina que todavía se puede visitar en parte si se llega a la ciudad durante los meses de primavera y verano. Sin embargo, hoy en día es más conocida por ser una de las zonas "onsen" más bonitas de Japón desde que se convirtió en un centro turístico hace más de 400 años.
A pesar de que muchas ciudades en Japón podrían considerarse rivales, Ginzan Onsen no necesita excusas para brillar. Su céntrica calle, repleta de centenarios ryokan (alojamiento tradicional japonés), en contraste con los más modernos pero de arquitectura igualmente impactante, le otorga a esta ciudad una atmósfera donde el tiempo parece haberse detenido, especialmente durante los meses de invierno cuando está todo cubierto de nieve.
Imagina esto: hablamos de una ciudad sin coches, con la tenue luz de las lámparas de gas, frentes de madera, lugareños que deambulan vestidos con el yukata o prenda tradicional japonesa por la noche...
Esta es la imagen que te dejará Ginzan Onsen. Una inquietante sensación, perfecta para alejarte de tus preocupaciones o simplemente pasar un fin de semana de ensueño con tu pareja.
Qué hacer en Ginzan Onsen durante tu visita a Japón
Si tienes la oportunidad de hacerlo, te recomendamos encarecidamente que pases una noche en esta centenaria ciudad. Sin embargo, ten en cuenta que puede ser difícil encontrar plazas libres en un ryokan si no reservas con meses de antelación, especialmente en fechas señaladas como Navidad o San Valentín. Si no pudieras pasar la noche puedes convertirlo en una excursión de un día durante tu viaje a Tohoku. El pueblo es pequeño y puedes recorrerlo en medio día. Pasar la noche es la forma de alargar la magia y cargar tus retinas con imágenes que serán muy difíciles de olvidar, pero la experiencia diurna también te aportará grandes experiencias.
Cuando llegues a Ginzan, aparca tu coche y comienza haciendo una parada en la cafetería que se encuentra justo en la entrada de la calle principal. Una vez allí, taza de té o café en mano, te invitamos a observar los puentes de intenso color rojo, a los turistas haciéndose o fotos o disfrutando del ashiyu-baño de pies al aire libre- y del blanco y negro de la arquitectura de los ryokans. No encontrarás casi ninguna vivienda privada en esta calle, lo que aumenta la belleza de los frentes de madera, creando un escenario realmente único con antiguos alojamientos que se alzan frente a ti.
Ciudad Onsen para disfrutar con los 5 sentidos
Ginzan Onsen es un lugar para ver, disfrutar y sobre todo para sentir: empieza a caminar por el río central y adéntrate en este lugar perdido en el tiempo. No en vano, hay quien asegura estar entrando en la Era Taisho (siglo 18).
Cuanto más avances, más cerca estarás de la impresionante cascada que permanece dormida durante los meses de invierno. Esta cascada pertenece al Parque Shirogane, aunque la mayor parte del recinto cierra por razones de seguridad cuando cae la nieve. Si tu visita es en primavera tendrás la suerte de poder disfrutar de un agradable paseo rodeado de la naturaleza de estas montañas.
Después de tomar una gran bocanada de aire fresco, es hora de explorar las pocas tiendas de souvenirs al final del valle y tal vez comprar una botella de sake local para tomarla tranquilamente en nuestra habitación del ryokan. Y ahora... llegamos a lo más típico y por lo que más se conoce a esta ciudad: ¡los onsen! Hay dos baños termales públicos en Ginzan Onsen donde puedes acceder por alrededor de 500 yenes. El ashiyu, baño de pies que ya hemos mencionado, es totalmente gratuito.
Ahora que nos hemos refrescado y estamos limpios y relajados, es hora de volver al hotel y degustar nuestra merecida cena. Pero ahí no acaba todo: la magia continúa el día que los visitantes dejan Ginzan, y pueden dar un paseo por la orilla del río en su yukata, prácticamente solos. La mañana es uno de los mejores momentos para disfrutar de esta ciudad, justo antes de que la multitud de turistas la invadan.
Información práctica que necesitas saber para tu visita a Ginzan Onsen
La calma y la relación que proporciona este remoto pueblecito, también significa que no hay cajeros automáticos, grandes tiendas o supermercados. Por ello tendrás que disponer de efectivo con anterioridad para poder pagar tu estancia en el ryokan, el onsen o incluso unos simples bocadillos. Sí puedes encontrar pequeñas cafeterías para tomarte un café o un té, comprar algunos snacks o comida para llevar. O puedes optar por unos deliciosos noodles, algunos dulces, o la especialidad local llamada dondonyaki en algunos de sus restaurantes, pero ten en cuenta que la variedad de opciones es muy limitada, así que cuenta con ello si tienes alguna alergia o necesitas una dieta específica.
Ginzan Onsen está adscrita a una ciudad llamada Obanazawa en la prefectura de Yamagata. Puedes aparcar tu vehículo en la entrada del valle, pero intenta llegar temprano ya que los lugares se llenan rápidamente. Accede al pueblo caminando en un paseo que te llevará unos 10 minutos desde el aparcamiento, o puedes coger un trolebús para llegar a Ginzan Onsen.
Desde Tokio, tardarás aproximadamente 4 horas en llegar a Ginzan Onsen: coge un shinkansen (tren) hasta Oishida, y luego un autobús a Ginzan Onsen, o puedes alquilar un coche y hacer este pequeño viaje desde Oishida a tu ritmo.
Como ya hemos comentado, la mayoría de los ryokans se llenan con meses de antelación en temporada alta, como es el invierno. Eso no quiere decir que la primavera, el verano y el otoño sean malas épocas para disfrutar de este pintoresco pueblo. De hecho, el otoño es un momento perfecto para contemplar el rojizo follaje, la primavera para presenciar cómo la naturaleza vuelve a la vida y el verano para refrescarte y darte un respiro de la humedad y el calor.