Descubre la serena belleza de los jardines japoneses: una guía completa - Japanspecialist
Descubre la serena belleza de los jardines japoneses: una guía completa
El objetivo de este arte es crear una composición escénica de la misma manera que un artista compone un paisaje en un lienzo.
Piedras, árboles, estanques y agua corriendo de forma natural y que no deje ninguna pista de que es artificial. Las características tradicionales de estos jardines incluyen una isla dispuesta en un lago o piscina y conectado con la tierra principal por puentes. Cantos rodados y piedras de curiosas formas se situan con cuidado así como linternas de piedra, con cada elemento emplazado de forma que se asemeje a un paisaje, incluso en jardines de pequeño tamaño.
Con la introducción de Budismo Zen durante el periodo Kamakura (1192 – 1333) los principios de la religión se aplicaron a las reglas tradicionales para la guía de construcción de los jardines paisajísticos. Los jardines diseñados en este periodo no fueron tan decorativos como los del periodo anterior, pero eran más tranquilos y sustanciales.
La popularidad de la ceremonia del té también influenciaron los jardines decorativos, ya que el jardín se tenía que crear para incluir una sukiya (casa de ceremonia del té). Uno de los grandes diseñadores fue Sen-no-Rikyu (1521 – 1591) – el reconocido maestro de la ceremonia del té, quien creó el jardín del Templo de Kyoto lllamado Chishaku-in, así como un gran número de otros jardines.
Tipo de jardín
Los jardines de Japón han sido clasificados durante mucho tiempo en dos tipos generales: el tsukiyama (jardín de colina) y el hiraniwa (jardín plano). Durante siglos, el jardín principal de la cara sur de la mansión debía hacerse, invariablemente, usando el tipo tsukiyama, mientras que el estilo plano era reservado para los jardines más pequeños. Por lo que ambos estilos se han desarrollado mano a mano. El jardín de colina muestra una colina normalmente combinada con un estanque y un arroyo. Algunos ejemplos de este estilo son los jardines de Shukkei-en en Hiroshima, Rakuraku-en en Hikone y el Jardín Suizenji en Kumamoto.
En un jardín plano, piedras, árboles, linternas de piedra, pequeñas charcas y molinos forman parte de los elementos decorativos más importantes. El ejemplo más famoso de jardín plano es el del Templo Ryonaji en Kyoto, donde, rodeado por un muro de tres caras, 15 rocas de diferentes tamaños se sitúan en una parte de terreno cubierto por arena blanca. No hay un sólo árbol o arbusto. Los árboles fuera del muro y la vista sirven como fondo de este jardín.
Otra rama de esta jardinería tradicional, aunque a escala más pequeña, es el hako-niwa (jardín-caja). Puede encontrarse en ocasiones, a la entrada de un taller o sitios similares, en ciudades concurridas. Un estanque en miniatura, a veces, con peces dorados, pequeñas rocas, árboles, etc., hacen de este jardín lo que se podría llamar un jardín de juguete. También está el bonkei o jardín bandeja – un jardín en miniatura, creado con barro, ramas, arena coloreada y otros materiales. Bonseki – el arte de crear paisajes con piedras y arena en bandejas lacadas en negro como forma de decoración, y bonsai – el cultivo de árboles en miniatura, son otros de los aspectos de este arte de jardinería japonesa.
Los mejores jardines para visitar en Tokyo
Jardín Hama-Rikyu: Situado en el centro de Tokyo, este jardín está dividido en dos partes: el jardín sur es el más antiguo, está unido a una villa que usaban los señores feudales en sus visitas a Edo (actualmente Tokyo) entre los siglos XVII y XIX. Tiene el Shio-iri-no Niwa (jardín con estanque marino) que está en el mar: el escenario varía con la marea. El jardín norte es el más reciente. Aun estando rodeado por los rascacielos de la moderna Tokyo, es un oasis de calma muy recomendable en el centro de la ciudad.
Shinjuku Gyoen: aunque los más puristas puedan sentirse ofendidos por la mezcla de estilos japonés, francés e inglés, este jardín ofrece un remanso de calma en el ruidoso distrito de Shinjuku en Tokyo. Los cerca de 1500 cerezos son famosos en primavera; en otoño el crisantemo pasa a ser la atracción más colorida. La entrada cuesta 200 yenes. Está situado cerca de la estación Shinjuku Minamiguchi de la JR (salida sur) y se tarda unos 10 minutos a pie.
Los mejores jardines para visitar en Kyoto
Jardín del Templo Kinkaku-ji: El de más fácil acceso, ya que está incluido en la excursión de Kyoto que ofrece JTB Sunrise. La parte más famosa del jardín es su lago: consta de varias islas con formas cambiantes que se pueden observar desde varios ángulos. Pero la característica más impresionante es el mismo Kinkaku-ji (Pabellón Dorado), que se sitúa en el agua y se puede apreciar un reflejo perfecto en un día despejado.
Jardín Shosei-en: el jardín fue diseñado como petición del sacerdote del Templo Higashi-Hongan-ji y está situado cerca del templo, al otro lado de «Karasuma Street;» que sale de la estación de Kyoto. En el jardín hay varias casas de té, un gran estanque, una cascada, linternas de piedra, y árboles y plantas que florecen a lo largo del año. Hay una formación preciosa de cerezos y ciruelos en primavera, iris y flores de loto en verano, y arces en otoño. La entrada cuesta 500 yenes. Se puede llegar a pie a través de Karasuma Street desde la estación de Kyoto.
Ryoanji: la quinta esencia del jardín abstracto de roca. Quince rocas y arena blanca, rodeados por un muro. La superficie de arena se rastrilla en un patrón concreto y las piedras están en grupos de siete, cinco y tres, puestas con extremo cuidado. Cuando se ve desde diferentes ángulos siempre hay una roca oculta. La entrada cuesta 500 yenes. Se puede llegar en bus desde la estación de Kyoto.
Jardín Daisen-in: otro tranquilo jardín karesansui a base de rocas y arena (conocido también por los occidentales como «jardín Zen»). Las piedras por sí mismas simbolizan el entorno natural de las altas montañas y los valles profundos. Una barra de arena representa «un torrente llegando al gran océano». La entrada cuesta 400 yenes. Se puede llegar en bus desde la estación de Kyoto hasta Daitokuji-mae y luego 5 minutos a pie.
Jardín Tenryu-ji: El jardín del Templo Tenryu-ji es conocido por haber sido construido por el fundador del templo y maestro jardinero Muso Kokushi. El jardín está diseñado para que los visitantes disfruten de los cambios de escenario mientras caminan alrededor del estanque. El escenario de las dos colinas -Kame-yama y Arashi-yama – ambos localizados fuera del jardín, también forman parte de la composición. La técnica de usar el paisaje que lo rodea en el diseño del jardín se llama shakkei. El trabajo en piedra en una colina que esté en la parte trasera de un estanque simboliza un arroyo de montaña que baja hasta el estanque. También hay piedras que simbolizan las carpas. Este jardín se cree que fue alterado muy poco o casi nada en relación al concepto original de Muso Kokushi y es considerado uno de los más exquisitos jardines de Japón. La entrada cuesta 500 yenes. Se puede llegar desde la estación de Sagano Arashiyama en 10 minutos a pie.
Los mejores jardines para visitar en Kanazawa
Jardín Kenrokuen: originalmente era el jardín exterior del castillo Ishikawa de Kanazawa. El jardín Kenrokuen fue abierto al público en 1875. Es considerado uno de los «tres jardines más bonitos de Japón» y cuenta con una gran variedad de árboles, estanques, cascadas y flores en sus más de 25 acres de terreno. En invierno, el parque destaca por sus yukitsui – unas cuerdas adheridas a los árboles en forma de cono para quitar la nieve mientras cae- que protegen a los árboles de sufrir daños.