Nara

Sobre Nara
Nara, situada cerca de Kyoto (a unos 45 minutos), fue la primera capital de Japón. Es el hogar del gran Buda, y bosques sagrados que encarnan el sentimiento del Japón antiguo. Si te interesa la historia cultural de Japón, no puedes perdértela.

Una encantadora ciudad con tesoros culturales
Nara fue la primera capital de Japón a partir del año 710. Dado que la fundación de la ciudad coincide con la llegada del budismo a Japón, la ciudad es una mina de oro arquitectónica con hermosos templos y pagodas. La mayoría de ellos se concentran en el extenso Parque de Nara, en pleno centro de la ciudad. Más de mil ciervos Shika, silvestres pero pacíficos, vagan libremente por el parque, una reliquia de la época en que los ciervos eran considerados mensajeros de los dioses. Entre las visitas obligadas en Nara, el templo Todaiji es una de las principales. Aquí se encuentra la mayor figura de Buda de bronce del mundo: 16 metros de altura y 437 toneladas de peso. Dos estatuas de ocho metros de altura flanquean la puerta de entrada al templo; estas, junto con la puerta, constituyen algunas de las mejores tallas de madera de Japón. Si dispones de más tiempo, no puedes perderte el bonito y colorido santuario Kasuga Taisha. Es uno de los santuarios más importantes del sintoísmo y fue fundado al mismo tiempo que la propia Nara. Se lo conoce como “el santuario de las linternas”, ya que hay cientos de ellas que muestran el camino hacia el santuario a través del bosque. Por último, te recomendamos dar un paseo por el centro de la ciudad, donde encontrarás tiendas de artesanía local y destilerías de sake.

Otros atractivos de Nara
Si tienes más tiempo, merece la pena visitar la zona del templo de Horyuji, que puedes conocer en una visita de un día desde Nara (30-45 minutos). Este gran complejo de templos data del año 607 y es uno de los más antiguos de Japón. Los edificios de madera más antiguos del mundo que se conservan forman parte del complejo protegido por la UNESCO.